El nombre de la belleza

sábado, 7 de noviembre de 2009


-Vaya, sí que estás contenta hoy.
Sonreí en su dirección, pero aún así preferí no quitarme los cascos.
-¿Te ha ocurrido algo bueno?
-No.
-¿No?
-No. Es más, probablemente sea el momento en el que peor esté.
Seguí sonriendo y riendo.
-¿Y qué te alegra tanto, entonces?
-Ven. Escucha.
Le ofrecí uno de los cascos y le dí a la opción de repetir la canción.
-¿Una canción?
-Sí
-¿Así de simple?
-Sí
La seguimos escuchando hasta que acabó. Yo sonreía cada vez más y él seguía como antes.
-¿No lo sentiste?
-¿Qué tendría que haber sentido?
Volví a repetir la canción.
-Cierra los ojos. Siéntate y relájate. ¿Lo sientes? Se está acercando. Estas perdido. Las nubes están grises... Acaba de caer un trueno... Y ahora es cuando empieza a llover... Siente el sonido de la batería...Las gotas de agua te están cayendo por encima y tú, como si nada... Te están invitando a un nuevo mundo... a vivir una vida nueva... ¿No le oyes?... Su voz trata de darte esperanzas... Trata de seguirle...
Comenzó a sonreir. Nos quedamos callados durante el resto de la canción. Hasta que esta acabó.
-¿Lo sentiste ahora?
-Creo que sí... pero no sé muy bien lo que es.
-Ya te lo dije una vez: es, lo que tú quieras que sea. Este es el tipo de música, el tipo de melodías al que me refiero. Las que hacen que las notas sientan por ti, y te eleven... te eleven hasta el mundo de los sueños. Estos son los mismos acordes que pueden sacarte de la más profunda oscuridad, y sentir que nada puede contigo. Que siempre hay otro camino. Y si te hacen llorar, llora. Y si te hacen reír, ríe lo más alto que puedas. Porque sientes. Eso es lo que me hace continuar cada día, apesar que el mundo que me rodea siga tan enfermo.
Volvimos a quedarnos en silencio. Agachó la cabeza y volvió a reír.
-¿Sabes? Creo que voy a empezar tu música japonesa.
-Vas a necesitar mucha ayuda para comprenderla.
-Tal vez... pero quizá así pueda fijarme en lo que debo.
-Quizá.
Nos miramos y volvimos a sonreir. Sonreir y reír hasta que reventásemos.
Si el mundo te da la espalda... búscate uno nuevo.

1 comentarios:

Iker Vancourt dijo...

Tu bonita visión de la música y la felicidad^^!
(sigo diciendo que escribir diálogos se te da muy bien :P)