domingo, 29 de noviembre de 2009

"La miseria del pueblo español, la gran miseria moral, está en su chabacana sensibilidad ante los enigmas de la vida y de la muerte. La Vida es un magro puchero; la Muerte, una carantoña ensabanada que enseña los dientes; el Infierno,un calderón de aceite albando donde los pecadores se achicharran como boquerones; el Cielo, una kermés sin obscenidades, a donde, con permismo del párroco, pueden asistir las Hijas de María. Este pueblo miserable transforma todos los grandes conceptos en un cuento de beatas costureras. Su religión es una chochez de viejas que disecan al gato cuando se les muere"

sábado, 28 de noviembre de 2009


-Otra vez volviste a tener peleas ¿no?
-Sí
-Se te ve triste
-No te equivoques, no estoy triste por eso.
-¿Qué?
-No estoy triste porque me haya peleado con ellos, ya sabes que eso es ya una rutina para mí. Estoy más que acostumbrada.
-¿Entonces por qué estás así?
-Llamémoslo soberbia.
-¿Soberbia? ¿Por qué?
-Porque, partiendo del punto de haber discutido, no me importa ni el porqué, ni con quién… sino que lo que me importa es que soy demasiado débil.
-¿Tú? ¿Débil? Pero si siempre has sabido mirar hacia delante en este tipo de cosas, eso no es ser débil.
-Te equivocas, eso es ser valiente. Valiente por querer afrontar las cosas y querer hacer algo por solucionarlo. Pero aún así soy débil, al menos en la parte sentimental
-Explícate
-Soy débil cuando alguien me defrauda, cuando defraudo a alguien, cuando este tipo de cosas pasan. Me dejo llevar por mis sentimientos, y dejo de aparentar la persona fuerte que aparento ser, me dejo al descubierto, lo que les deja a ellos vía libre para hundirme. Y odio ser así.
-No hay nada de malo en ser así. Más gente debería ser así. No importa ser débil si luchas por lo que realmente quieres. Tan solo muestras tus verdaderos sentimientos, que es más de lo que muchos consiguen hacer. No te culpes por ser una oveja en medio de lobos. Porque la oveja da leche asimilable por todos los demás.
-¿No podrías haberme comparado con otro bicho?
-Era una simple metáfora. Lo que quiero decir, es que al menos tú das lo que los demás pueden percibir, mientras que los otros, lejos de dar, quitan, exprimiendo a todas las ovejas que tienen alrededor. No te culpes por ser oveja, porque en algún momento, encontrarás tu rebaño.
-¿Y si siempre acabo rodeada de lobos?
-Entonces eso será porque eres demasiado masoquista.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Y mientras reía,
Solo era capaz de llorar con el corazón.

domingo, 15 de noviembre de 2009



-¿No crees que a veces te contradices?
-Y... puede
-Pero ¿por qué? Tienes las ideas claras ¿qué es lo que falla?
-Falla que, no siempre una idea está por encima de otra, y viceversa.
-Pero, por ejemplo, siempre dices que la amistad es muy importante, pero luego muchos de tus amigos ni te importan.
-Sí
-¿Sí? ¿Solo eso?
-¿Qué quieres que te diga? Es cierto, los amigos son muy importantes para mí, pero no todos son tan amigos. Eso es así para todo el mundo. Hay amigos con los que te gusta hablar, hay amigos con los que vas a comprar, hay amigos con los que sales a beber, pero luego están los amigos por los que darías tu vida. Ahí está la diferencia entre yo y muchos, que esos muchos se quedan en palabras, lo pasan mal, sí, pero rehacen su vida y ya está; pero si me dieran a elegir entre mi vida y la de mis amigas, preferiría que siguieran ellas. Y sé que ellas harían lo mismo, o quizá, de un modo menos fatalista, si yo sé que ellas están mal y yo estoy mal también, me callo y trato de hacerles sentir bien. Porque en ese momento pienso que, si consigo que se alegren, aunque sea muy poco, será porque aún puedo hacer algo, ya sea alegrar como si tengo que ayudar a barrer el piso. Hay distintos tipos de amistad, pero mucha gente prefiere tener muchos a los que llamar amigos, a tener pocos que sean para siempre. Eso ya es elección de cada uno. Y yo elegí ya hará mucho tiempo.



-¿Qué piensas?
-Nada en especial
-En algo pensarás
-Bueno, llevaba dándole vueltas a un tema particular
-¿Tus amigos?
-¿Cómo lo sabes?
-Siempre estás pensando en ellos. Para ti es imposible dejar de hacerlo.
-No me es imposible
-Sabes que sí, siempre te ha importado la amistad más que nada, porque esta comparte rango con la familia en tu escala de valores, como también para tí, la amistad, si es pura, lo haces pertenecer a tu familia, por lo que esa amistad, ocupa los rangos tanto de familia como de amistad, cosa que los de la familia no conseguiran, al menos no del todo, porque aunque muchos digan que no es cierto, nunca conseguirás tener la misma afinidad que con un amigo que te comprenda.
-¡Yo no pienso eso! O al menos no del todo, hay muchos que establecen lazos increíbles con sus hermanos
-Sabes que esa realidad es utópica
-Quizá...
-Ahora cuéntame, ¿qué has pensado?
-Pensaba que, los lazos que me unen con el grupo de ahora son muy débiles y fáciles de romper... estaba tratando de buscar una solución , ya que lo he intentado varias veces, pero no consigo nada.
-Cambia de amigos
-¿Sabes? Sería una opción, no la descartaré, pero quiero seguir adelante, a ver a dónde me lleva todo esto.
-Si no consigues nada, no vengas llorándome diciendo que tenía razón
-No... en lugar de ello sonreiré. Porque significa que al menos lo he intentado

sábado, 14 de noviembre de 2009




Nunca quise ser un modelo a seguir. Tampoco he pretendido serlo. Pienso lo que pienso y lo transformo en palabras. Soy lo que digo y ya está. Pero no por ello quiero que la gente sea como yo. Es agobiante que alguie, pretendiendo ser como tú, acabe por portarse como tú. Cada persona tiene sus momentos malos y sus momentos buenos, y no porque la vida de otro parezca tener más momentos felices que la de otro, esto no tiene por qué ser así.
Todas las vidas tienen el mismo número de lágrimas en un principio que, aunque no se muestren, puede que el corazón las sufra por dentro, y estas lágrimas internas son iguales a cualquiera que se deje al aire. A partir de ahí, todo dependerá del punto de vista con el que veas las cosas. Si lo tratas desde el punto de vista pesimista, todo va a estar mal, y el número de lágrimas aumentará. Este, la verdad, es el camino más fácil, pero llega al punto de resultar asfixiante, ¿qué ganas con eso? Tan solo atraerás más disgustos. Pero si tratas de esforzarte para sacar todo adelante, conseguirás lo que quieras, y si te tropiezas, te levantas, te limpias y sigues caminando. ¿De qué te sirve quedarte en el suelo y llorar? Tarde o temprano, te acabarás levantando y te darás cuenta que, lo único que has conseguido con ello, ha sido malgastar tu tiempo.
La única manera de evitar esto, es sonreír, sonríes y piensas "¡Menuda tontería!" y ya está.
¿De qué te sirve cambiar de camino y saltar el bache cuando el de alante ha saltado? Digo lo que pienso, y pienso que sería frustrante tener que pararme a esperar, cuando el de alante se para, como si el semáforo estubiese verde, y tú te negases a adelantar por el carril de al lado.

sábado, 7 de noviembre de 2009


-Siempre me pregunté... y ahora que andas bien, prefiero preguntarte.
-Claro, dime.
-¿A qué te refieres con eso de "Happiness loves misery"?
-Pues, como la misma frase lo dice, "la felicidad adora la miseria". Fácil.
-¡No me refería a eso, idiota! Me refería a la frase en sí, al por qué.
-Te había entendido perfectamente.
-Entonces ¿por qué no me contestaste?
-Porque si te contesto, no tendrás más escusa para estar aquí. Y solo contigo puedo ser sincera. Por lo que me gusta estar contigo.
-Bueno, si quieres que me quede contigo, me quedaré contigo, ¡pero ahora dime!
-En fin, eso es lo que pensaba...
-¿Ya no lo piensas así?
-No, quiero decir, sí. Lo que quería decir es que es lo que pensaba, lo que pienso y lo que pensaré siempre. ¿No te das cuenta? La felicidad de hoy en día es relativa, materialista. Prefería la felicidad de hace años en la que con aprender a sumar o a leer ya era algo. Ahora para ser feliz, debes medirte con la felicidad de todos los demás, de toda persona que te rodea. Cuando alguien es más feliz que tú, ya dejas de ser feliz, y tratas por todos los medios que esa persona esté peor... Por más que alguien quiera, siempre mirará de reojo lo de los demás. Y la gente que supuestamente es la que más le importa, es a la que más envidia le tienen.
-Pero tú no eres así.
-Mientes. Bueno, te quieres mentir a tí mismo. Todos somos así. Tú mismo me recordaste que el ser humano es el mayor egoísta del mundo.
-Sí, pero tú no eres así. Tú no tienes envidia.
-Sí, si la tengo. Pero no se nota.
-¿Cómo no se va a notar?
-No se nota porque mi envidia siempre aparece con la personas a las que más quiero. Y por lo general, son pocas, muy pocas. Son tan pocas y las quiero tanto, que me trago la envidia. Porque si ellas son felices, yo también soy feliz. Porque no son solo amigas. Porque, mientras el tiempo pasa, vas creando y rompiendo lazos. Pero los lazos que he establecido con estas personas son tan fuertes, que nada ni nadie los podrá destruir. Porque río, lloro, me peleo con ellas. Y es por eso mismo que no puedo sentir envidia. Porque si ellas ríen, yo río. Y si ellas lloran, yo lloro. Porque sé, que si a mí me llega a pasar algo, ellas estarán ahí. Y nada ni nadie, podrá evitarlo. Ese es el lazo que conduce a mi futuro. Ese es el lazo que durará toda mi vida. Porque no somos amigas. Somos una misma persona. Un mismo alma dividida en tres cuerpos diferentes. Las tres partes del carro alado. La irascible, la concupiscible y la racional. No sé, ni ninguna sabemos qué parte somos cada una. Pero sí sabemos que juntas, formamos la unidad.

El nombre de la belleza


-Vaya, sí que estás contenta hoy.
Sonreí en su dirección, pero aún así preferí no quitarme los cascos.
-¿Te ha ocurrido algo bueno?
-No.
-¿No?
-No. Es más, probablemente sea el momento en el que peor esté.
Seguí sonriendo y riendo.
-¿Y qué te alegra tanto, entonces?
-Ven. Escucha.
Le ofrecí uno de los cascos y le dí a la opción de repetir la canción.
-¿Una canción?
-Sí
-¿Así de simple?
-Sí
La seguimos escuchando hasta que acabó. Yo sonreía cada vez más y él seguía como antes.
-¿No lo sentiste?
-¿Qué tendría que haber sentido?
Volví a repetir la canción.
-Cierra los ojos. Siéntate y relájate. ¿Lo sientes? Se está acercando. Estas perdido. Las nubes están grises... Acaba de caer un trueno... Y ahora es cuando empieza a llover... Siente el sonido de la batería...Las gotas de agua te están cayendo por encima y tú, como si nada... Te están invitando a un nuevo mundo... a vivir una vida nueva... ¿No le oyes?... Su voz trata de darte esperanzas... Trata de seguirle...
Comenzó a sonreir. Nos quedamos callados durante el resto de la canción. Hasta que esta acabó.
-¿Lo sentiste ahora?
-Creo que sí... pero no sé muy bien lo que es.
-Ya te lo dije una vez: es, lo que tú quieras que sea. Este es el tipo de música, el tipo de melodías al que me refiero. Las que hacen que las notas sientan por ti, y te eleven... te eleven hasta el mundo de los sueños. Estos son los mismos acordes que pueden sacarte de la más profunda oscuridad, y sentir que nada puede contigo. Que siempre hay otro camino. Y si te hacen llorar, llora. Y si te hacen reír, ríe lo más alto que puedas. Porque sientes. Eso es lo que me hace continuar cada día, apesar que el mundo que me rodea siga tan enfermo.
Volvimos a quedarnos en silencio. Agachó la cabeza y volvió a reír.
-¿Sabes? Creo que voy a empezar tu música japonesa.
-Vas a necesitar mucha ayuda para comprenderla.
-Tal vez... pero quizá así pueda fijarme en lo que debo.
-Quizá.
Nos miramos y volvimos a sonreir. Sonreir y reír hasta que reventásemos.
Si el mundo te da la espalda... búscate uno nuevo.



-¿Qué haces aquí? Pensé que andabas con tus amigos.
-Tú mismo lo has dicho:andaba.
-Se acabó sentando a mi lado, normalmente mantenía distancia por lo que me llamó mucho la atención.
-¿Qué ha pasado entonces?
-Tenía que contarles un problema.
-¿Qué tipo de problema?
-Digamos que... la sociedad lo considera enfermedad.
-¿Y por qué no se lo has contado? O... ¿por qué se lo querías contar?
-Se lo quería contar porque son mis amigos ¿no? Los amigos se supone que se deberían escuchar unos a otros y apoyarse en lo que haga falta.
-Y si piensas así, ¿por qué no se lo has contado?
-Porque estaban demasiado ocupados discutiendo y hablando entre ellos.
-¿No será que tienes miedo?
-No, porque ya se lo conté a una amiga que me trata de ayudar.
-Entonces puede que sea que, esas personas, no sean realmente tus amigos.
-No digas eso.
-Piénsalo. La mayoría de las veces tenemos más miedo a estar solos que a sufrir cualquier enfermedad. ¿O crees que el que tiene cáncer se siente mal por él mismo? ¿O el que tenga anorexia, haga lo que haga para verse mejor a sí mismo? No, se preocupan por lo que piensen de ellos. Lo que les hace caer en depresiones, es el pensar en que haran un futuro en el que ellosd estén excluidos totalmente.
-Pero... pensar eso es muy egoísta. El entristecerse porque la gente rehaga su vida sin ti...
-¿Y quién dijo que el ser humano no fuese el mayor egoísta por excelencia? Todos somos egoístas, incluso cuando defendemos a un amigo, lo defendemos porque es nuestro amigo; si fuese otra persona cualquiera, lo dejaríamos estar. Ni lo conocemos, ni nos interesa...

martes, 3 de noviembre de 2009

-Pero... no sonríes como hacías antes.
-Sonrío, claro que sonrío.
-Sí, pero no de la misma forma.
-... Sonrío....
-Pero parece que lo haces por cumplir. No es la misma sonrisa.
-Y entonces, ¿cómo es mi sonrisa? ¿Por qué he de sonreír?
-Tu sonrisa siempre fue amable, natural, sin ser forzada. No sonreías mucho, pero cuando lo hacías, lo hacias de verdad.
-Pero todos me preguntaban si me pasaba algo.
-Sí, recuerdo lo que me dijiste la última vez que te lo pregunté.
-¿Huh?
-..."Realmente, me gustaría mandarlo todo al infierno"...Antes expresabas tus sentimientos. No tenías apenas amigos, pero no te costaba nada expresarte. En vez de eso, ahora te limitas a sonreir y a afirmar.Sonreí.
-... ¿Entonces qué debería hacer?
-Sonreir cuando realmente te apetezca, como ahora. Ya sabes, no es más feliz el que más ríe, porque sus almas pueden estar llorando por dentro...
-¿Quién dijo eso?
-Tú.


-¿De nuevo sola?

-No estoy sola... ahora no.

-Y ¿qué haces?

-Escucho música

-¿Sí? ¿Qué escuchas?

-Ahora mismo... Guren

-Pero... eso ni si quiera es inglés

-No. Es japonés

-¿Y te enteras de algo?

-No

-Ah, eres de las que se descargan las traducciones

-Tampoco

-Entonces, ¿de qué te sirve escuchar algo que no entiendes?

-Porque yo no te he dicho que no lo entienda

-¿Qué?

-Y bueno, no entiendo la letra. No sé japonés. Ni tampoco me molesto en aprenderlo como otros. Pero si sé lo que sienten al componer esas canciones, como se sienten ellos, el por qué después de un acorde tiene que ir el siguiente y no otro cualquiera. Muchas veces la letra de una canción dice una cosa pero la música dice otra totalmente distinta. La parte de no entender nada, es que me puedo centrar en lo que verdaderamente me intenta transmitir el compositor. Tristeza, desesperación, agonía... Cada nota es un mundo, pero juntas muestran una realidad.

-Y ¿qué realidad trasmite esa canción?

-No te puedo decir. Eso es algo que queda entre ellos y yo. Si realmente quisieras saberlo, anda y escucha lo que te quieren decir. Pero no te fijes en lo evidente y trata de ir más allá de lo que cualquiera puede captar.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Ella era la persona más hermosa que conocía.

Siempre estaría para todo lo que quisieras.

Nunca te dejaría sola si lo necesitabas.

Contaba historias alucinantes.

Su vida siempre hubiera sido el libro que todos quieren leer.

Siempre fue afortunada en el amor, en el dinero y en la salud...

Siempre tenía todo lo que quería.

Siempre estaba dispuesta a escucharte.

Te ayudaría si necesitaras algún consejo.

Todo se le daba bien.

Siempre estaba rodeada de más gente.

Pero aún así estaba ahí...












... y yo le creí como el que cree en los sueños...

¿Cuándo surgieron los sueños?
No soñamos cuando simplemente estamos cansados.
No soñamos cuando todo está bien.
Los sueños no son fruto de la alegría.
Los sueños surgen cuando se quiere escapar.



¿Cuándo surgieron los sueños?
Cuando el primer brote de envidia surgió.
Cuando se derramaron por primera vez lágrimas.
Los sueños se persiguen por ser sueños.
Los sueños surgen cuando la vida es una mierda.

¿Sorprende verdad?
Que un soplo de aire frío nos de en toda la cara.
Que abramos los ojos por primera vez en mucho tiempo.
Ahora entiendo quien dijo:
Los sueños son solamente sueños.
Ahora entiendo.
Ahora te entiedo.

Te desilusioné ¿verdad?
Como cuando se descubre a papa noel o a los reyes magos.
Como cuando ves que los deseos no se cumplen viendo las estrellas.
Como aquella vez que te hicieron daño y pensaste que era por tu bien.
No era así.
¡Que duro es sentirse engañado!






Y qué fácil es mentir.
Pero aún así es más fácil...
Es duro saber la verdad...
Y cuan dulce es el sabor de la mentira en tu boca...


-¿Qué pasó? Hacía tiempo que no te veía llorar
-Bueno... tampoco yo quería.
-¿Entonces?
-Ya lo sabes... soy de esas personas que prefieren guardarse las cosas evidentes... y si te las vas guardando de una en una llega un momento en el que acabas por rebosar.
-Pero, ¿qué pasó?
-Pasó... pasó el tiempo... eso es lo único que ha pasado.
-¿Quieres dejar de andarte con rodeos? Ambos sabemos que me lo acabarás contando ¿no?
-Sí, claro, como ambos sabemos también que cuando eres tú el que está mal esperamos el tiempo necesario para que te sientas lo suficientemente capacitado para hablar.
-Quizás, tengas razón... y ahora sí, ¿qué te ha pasado?
-Lo mismo que acaba de pasar aquí.
-¿Qué?
-Que estoy, estoy y estoy... pero llega un momento en el que todos pasaron de preferir estar ocupados y estar cuando quieran. Es como cuando te conectas a internet. Tú puedes conectarte o no. Pero siempre hay alguien. Y si quieres hablar con él, hablas. Pero por favor, que no sea él el que empiece, porque en ese momento se te pasan todas las ganas de tocar ningún tema.